Pensás que te vas a sentir como sapo de otro pozo en Nueva Zelanda?

Pensalo de nuevo...de verdad te digo. Cuando se nos presentó la oportunidad de migrar a Nueva Zelanda, una de las cosas que se me cruzó por la cabeza fue "voy a ser el bicho raro, el latino con acento gracioso".

Me tomó muy poco tiempo darme cuenta que no iba a ser para nada como yo lo había pensado. En Argentina no estamos acostumbrados a que nuestro vecino sea un inglés, japonés, chino, portugués, etc. Generalmente es el vecino argento y, como mucho, paraguayo o boliviano. Dicho sea de paso, que prejuiciosos del averno que somos! En un rato les voy a hablar más sobre esto particularmente.

Acá, al ser una ensalada de culturas increíble debido a que es un destino muy atractivo para migrar, es más común ser extranjero que Kiwi te diría. En el trabajo, de 10 personas en el equipo, solo 1 es kiwi. Sri Lanka, USA, India, Sudáfrica y un humilde Argentino. De repente te das cuenta que tu acento no es el único raro, que todos tienen sus acentos, algunos más raros que otros (no les entiendo NADA a los sudafricanos).

Y debido a que los extranjeros son un motor importante del país, sumado a que el kiwi es por naturaleza charlatán, curioso y alegre, encuentro que es sencillo entablar amistades. Tener amigos de lugares que, me avergüenza admitir, me costaría señalar en un mapa con seguridad, es algo muy común. Y cuando tenés familia esto se acentúa. Empezás a hablar con otros padres en la escuela, otros padres que están quizás en la misma que vos. Encontrás muchos puntos en común con otros inmigrantes en Nueva Zelanda, temas de conversación. También noté que el Argentino acá es un poco exótico, siendo la mayoría de los expatriados chinos e indios. Les gusta como suena nuestro acento y prácticamente TODOS quieren aprender español y se interesan mucho por lo que hay y pasa en Sudamérica. Les fascina escuchar historias del lejano oeste supongo!

Les quería contar esta pequeña reflexión sobre ser un extraño en una tierra extraña...junto a otro montón de extraños que hacen que no te sientas tan extraño.