A este lugar llegué medio de casualidad. Resulta que, hace no mucho, me dedicaba a escribir sobre videojuegos y comida como hobby. En mi exploración por la ciudad en búsqueda de lugares copados para ir a comer, terminé encontrando a los muchachos de Gemini Café and Eatery.
Tenían muchísimos hashtags con dos cosas que llamaron enseguida mi atención: Un iced coffee en el que ponían un osito de hielo de café y le tirabas un expresso arriba, para que se vaya derritiendo de a poco y cayendo en un vaso con leche y hielo y, por otro lado, unos postres locos de una especie de gelatina de crema con forma de conejitos y chanchitos.
El local en si es super pequeño pero decorado con mucho gusto. Está en una parte de la calle Tory que tiene varios locales de comida y uno, desde afuera, puede pensar que es un café insulso... otro ejemplo de que no hay que juzgar un libro por su portada.
Los dueños son, creería, japoneses o coreanos. Todo en el menú, decoración, música y empleados me dieron a pensar eso, por lo que pueden esperar que todo esté impecablemente limpio y la atención sea perfecta. Nos atendieron con una sonrisa, preguntando cómo venía nuestro día y esos detalles que siempre se aprecian y te hacen sentir especial como cliente.
Los precios, al contrario de lo que uno podría pensar por la llamativa presentación de los platos y bebidas, son los normales para casi todos los cafés de Wellington. Es más, les diría que si tuviese que elegir si cae dentro de lo caro o lo barato, los pondría en el sector de lo barato.
Tienen opciones veganas para los que requieran ésto y, entre otras cosas, tiene mesas muy cómodas para ir y leer, trabajar un rato, perder el tiempo con el celular o, por qué no, hablar con la gente que trabaja ahí si es que no están muy solicitadas con el trabajo!
Este pequeño rincón mágico wellingtoniano lo encuentran en Tory Street, donde van a pasar SEGURO dado que es donde está, entre otras cosas, The Warehouse!
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