Nosotros, viniendo de vida en departamento en Capital Federal, Buenos Aires, habíamos tomado la mala costumbre de permitir que la niña se entretenga con computadoras/tablets/etc. Claro, había razones y podemos sentarnos a discutir si fueron o no válidas, pero fue lo que pasó.
Obviamente ella creció con ese entretenimiento y se acostumbró mucho a depender de la tecnología para divertirse. Tampoco ayuda el hecho de que seamos bastante nerds en casa, con consolas de juego en todas sus variedades, aparatos locos y demás.
Cuando llegamos a Nueva Zelanda, la niña no sabía qué hacer en un monte, playa, río o árbol. Pero, obviamente, todas sus nuevas amigas y amigos eran niños que habían crecido en constante contacto con la naturaleza y la pantalla era algo un poco remoto que no se usaba mucho en casa.
Este fue uno de los primeros choques culturales que tuvimos como familia, porque acá suelen ser muy estrictos con lo que es permitir a los menores estar con tecnología, sea Youtube, videojuegos, Netflix o cualquier cosa que emita brillo a nuestros ojitos.
Hablando con padres y madres, era un concepto medio descabellado para ellos que un niño pase más de una hora frente a la pantalla por día. Ni hablemos de más tiempo, cosa que puede llegar a ser frecuente en nuestra casa. Por otro lado, generó que seamos populares entre visitas a jugar, porque claro...acá tenemos videojuegos y quilombo y los niños aman eso.
Lo cierto es que con el tiempo la niña empezó a encontrar más placenteras las salidas a hacer trekking y proactivamente preguntar si íbamos a salir ni bien veía un rayo de sol o ausencia de lluvia afuera.
Porque si amigos, es muy común en estas tierras agarrar la mochila bien temprano, ponerle viandas para todos, mudas de ropa, agua y salir a caminar 5, 7 o más horas por terreno poco amistoso, con pendientes que pensarían que estamos locos y con un clima que puede pasar por todas las estaciones en cuetión de horas.
Un consejo de familia que se vino para este lado: Si están pensando en venir, empiecen a hacer una suave transición de tiempo de pantalla a jugar con juguetes, plazas o cualquier lugar natural que tengan cerca. Los niños van a saltar de felicidad cuando vean que pueden extrapolar esos juegos que hacían allá en un lugar donde pueden tener una ballena al lado en la playa, focas a unos metros mientras juegan y demás bellezas para explorar!
Nos vemos en el próximo post!
Cuando llegamos a Nueva Zelanda, la niña no sabía qué hacer en un monte, playa, río o árbol. Pero, obviamente, todas sus nuevas amigas y amigos eran niños que habían crecido en constante contacto con la naturaleza y la pantalla era algo un poco remoto que no se usaba mucho en casa.
Este fue uno de los primeros choques culturales que tuvimos como familia, porque acá suelen ser muy estrictos con lo que es permitir a los menores estar con tecnología, sea Youtube, videojuegos, Netflix o cualquier cosa que emita brillo a nuestros ojitos.
Hablando con padres y madres, era un concepto medio descabellado para ellos que un niño pase más de una hora frente a la pantalla por día. Ni hablemos de más tiempo, cosa que puede llegar a ser frecuente en nuestra casa. Por otro lado, generó que seamos populares entre visitas a jugar, porque claro...acá tenemos videojuegos y quilombo y los niños aman eso.
Lo cierto es que con el tiempo la niña empezó a encontrar más placenteras las salidas a hacer trekking y proactivamente preguntar si íbamos a salir ni bien veía un rayo de sol o ausencia de lluvia afuera.
Porque si amigos, es muy común en estas tierras agarrar la mochila bien temprano, ponerle viandas para todos, mudas de ropa, agua y salir a caminar 5, 7 o más horas por terreno poco amistoso, con pendientes que pensarían que estamos locos y con un clima que puede pasar por todas las estaciones en cuetión de horas.
Un consejo de familia que se vino para este lado: Si están pensando en venir, empiecen a hacer una suave transición de tiempo de pantalla a jugar con juguetes, plazas o cualquier lugar natural que tengan cerca. Los niños van a saltar de felicidad cuando vean que pueden extrapolar esos juegos que hacían allá en un lugar donde pueden tener una ballena al lado en la playa, focas a unos metros mientras juegan y demás bellezas para explorar!
Nos vemos en el próximo post!
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